domingo, 12 de octubre de 2008

sábado, 11 de octubre de 2008

Ella y yo

Homicidio del perpetuo deseo de libertad neurasténica
Es la estrechez que mana de tu idealización del cariño
Y otra tarde, otra riña, otra sombra, otro olvido
Inmaculado desquicio que corre por tus venas.

Y no quiero escribir los versos más tristes esta noche
Tampoco besar con soberbia las almas ajenas
No hay vanidad que conforte el continuo reproche
De odiarte en lamentos asfixiados de pena.

Tu rostro flameado de egoísmo al no compartir mi esencia
Revuelca hastíos bañados con sal y arena, sirena.
Sirena de canto sombrío, de noches en vela, de agua de rocío
Sirena que tal vez de pena me haz adormecido, ¡de pena!

Entrego ante ti mi anatema, mi círculo vicioso en el vacío
Porque nunca fui mi alfa ni mi omega, sólo un niño perdido
Y mirando el universo anacrónico de mi techo que coarta
Seco el llanto en una carta sellada con nostalgia y rio.

Conti’

En la posición inhumana
Calificación que merece el estar sentado
Bajo la opresión al coxis
Bajo la opresión del estar callado.

Somos vómito de palabras sinuosas
Somos estadísticas y numerales
Fuimos anhelos abortados desde la nada
Ya no existimos, ya no hay mañanas.

Entre páginas y tantos artículos
Me postro en el millar de sinrazones
Entre doctrina y derecho comparado
Carezco de canciones

Y si no hay sociedad que aguante
Al no partícipe del juego pastoril
Prefiero abrir mi cama tender las sábanas
Y ponerme a dormir.

jueves, 9 de octubre de 2008

Te ruego

Lástima que nada conforte a este viejo rezonguero
Ladrón de sueños ajenos, de continuo trastorno
Sadomasoquista de escritorio, soberbio y altanero
Amigo del anhelo, hermano del no respondo.

De huesos roídos ante la estancia de la nada
Ante el fusilamiento de miradas perversas
Bajo la sequedad de la lluvia exigua
Sobre la humedad del desierto en vela.

Tiende el puente entre la caricia y el sarcasmo
Acongoja mis miedos, quiéreme entre espasmos
Ruégale al cielo, aquel atormentado de púrpura
Que con cada caricia de brisa me indulta, absorba el suelo.
Powered By Blogger